
Si adoras tomar un refresco azucarado en una terraza con tus amigos o delante de la tele, tienes que renunciar a eso cuando empiezas un programa para perder peso. Es preferible saciar la sed bebiendo un buen vaso de agua fresca. Para ser más original, prepárate una naranja exprimida con 2 o 3 cubitos de hielo. Si cedes a la tentación, limítate a uno o dos refrescos como máximo por semana. Otra alternativa: corta un buen kiwi y una manzana, si es posible amarilla, mézclalos con agua con gas y cubitos de hielo. A continuación, bate todo para licuar el puré y sírvelo en un vaso bonito con una cañita, el continente es tan importante como el contenido y se trata de darte gusto. Es una preparación interesante, poco costosa, pero tan deliciosa... Incluso si te gusta esta bebida casera, no bebas más de 3 vasos al día, sobre todo, si ya has consumido fruta en el mismo día.
¿Necesitas ayuda? Ya que deseas empezar a cuidarte, te proponemos descubrir aquí productos de bienestar & adelgazamiento originales.